Te siento entre mis dedos, pero al mismo tiempo no te siento, la sensación de que estás conmigo se disuelve con cada segundo que pasa. Eres tan pequeña y diminuta, pero a la vez jamás podría terminar de conocerte, has vivido más que todos los que antes he visto, has podido observar al mundo y al comportamiento humano de forma infinita. También sé muy bien que aún cuándo yo me haya ido, seguirás aquí admirando la belleza de la vida; el mar salado te envuelve entre sus olas, su dulce marea te acompaña, pues hasta ella comprende que no te gusta sentirte sola en un mundo tan grande. Me pregunto si así cómo yo otros han venido a desahogarse entre tus granos, si han llorado sus problemas en este sitio, o tal vez han acudido a ti para contarte su felicidad y así tu puedas imaginarte cómo es todo más allá de tus límites, pues aunque has vivido desde siempre y has visto casi todo lo que este planeta tiene que mostrarnos, hasta tú tienes límites, los cuáles pocas veces tendrás la oportunidad de atravesar. Ya me tengo que ir, el verte me ha recordado que aún tengo una vida que disfrutar, personas que conocer, problemas por los que llorar y alegrías por las cuáles sonreír; pero no te olvido pues cuándo haya terminado de conocerme en esta vida, volveré para verte antes de terminarme, volveré para llorar contigo otra vez mientras juntos observamos un bello atardecer, pero sobre todo volveré para sonreir contigo por última vez en está mi dulce playa.
2 comentarios:
Es la primera vez que visito tu blog, es muy bonito lo que escribes =)
Saludos
Sil
Cierto, finalmente todos somos un poc de arena, la materia de todo. La madre creadora.
Buen blog, me ha gustado mucho leerte.
Publicar un comentario